miércoles, 4 de septiembre de 2013

Perder la Razón

2013, Bérlgica.
Joachim Lafosse.

La decadencia del ser humano y los golpes de la vida que hacen perder el norte y la esencia de lo que un día fuiste.

Relato de una familia contado desde el punto de vista de esa esposa y madre sumisa que deja de ser dueña de su vida para complacer a los demás. Los sueños e ilusiones que un día tuvo se desvanecen con el mayor exterminador que existe: el tiempo. Enfrentarse con un día a día que ni te llena ni compensa, que te desgarra y te consume por dentro hasta dejar de ti tan sólo una triste apariencia. 

Brillante actuación de la protagonista, una mujer que se casó por amor con un hombre de distinta raza y cultura sin saber que ésto suponía atarse al mismo tiempo a otro hombre que controlará su vida por siempre.
La carencia de libertad y el sentirse como un objeto insignificante cuya única función es tener hijos junto con la soledad que crece día a día en su interior hasta gritar sin que nadie escuche sólo puede llevar a un punto: la locura. Esta película profundiza en la psicología del personaje hasta sentir su ahogo en la propia piel. Tal vez superficialmente sólo te narre la vida de una mujer junto a un esposo sin personalidad y sometida a un rol de madre y empleada del hogar, pero el trasfondo es enorme. 

Si conforme pasan los minutos no llegas a sentir esta desgarradora decadencia, la película puede hacerse larga y pesada a causa de un ritmo lento e incluso por una repetición de acontecimientos. No obstante, el brutal final no deja indiferente a nadie. Te mantiene en vilo unos minutos preguntándote si es posible que esté sucediendo lo que sospechas. El hachazo final puede herir sensibilidades e incluso hacer cuestionar la película en sí. Personalmente me fascina el debate interior que logra introducirte en la cabeza tras los créditos.

¿Culpable o víctima? La eterna pregunta respondida desde un punto de vista muy interesante y distinto a lo que solemos ver en pantalla. Ya sólo por eso merece la pena ver Perder la razón.

Alba Guillén

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